sexta-feira, 20 de maio de 2016

Mensagem de Páscoa para a Cidade de Albendín, Córdoba, Espanha - 2015

El partido se celebra en breve, la Santa Pascua, es no sólo una tradición o costumbre, es la fiesta de las fiestas, el panegírico del amor y, por tanto, la confirmación irrefutable de la victoria de Dios sobre el dominio de la muerte y el odio. Pascua es el paso de la muerte a la vida sin límites, la angustia a la alegría, de la cautividad a la liberación plena, el dominio temporal de la oscuridad en el reino eterno de Dios y por lo tanto la caída resentimiento al amor de la perfección. De hecho, todo el hombre y toda la creación se regeneran, recreado, con vida, porque sus límites creaturales se reconfiguran de acuerdo con el paradigma de Jesús muerto y resucitado. Ahora, el miedo y la desesperación del hombre frente a la muerte y sus consecuencias en la persona desaparece, ya que la muerte no tiene poder sobre él. Ahora, el hombre es quien tiene el dominio sobre la muerte a causa de su comunión en el amor de Cristo. Ahora es el hombre que puede, disfrutando de plena libertad, de unirse al Reino del Mesías, ya que esta dimensión. Ahora, el odio, el dolor, la inseguridad, el miedo, la desesperación e incluso el anciano asume la maldición de nuestro padre Adán, se puede transformar, sublimada y convertida en el amor, la alegría, la seguridad, la esperanza, la fortaleza y la confianza completa que Dios está con nosotros y nos ama, y nos redimió a todos a la vez porque de la Nueva Alianza, y que se queda con nosotros y glorioso, con el argumento de que el pacto eterno, que es la vida, el amor y la perfección. La fiesta que celebramos es la celebración del amor de Dios por la humanidad y la creación, ya que, "tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo Primogénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna "[Jn 3: 14-21]. Celebramos este amor es el remedio contra la muerte y el parámetro absoluto de la vida, y vida en abundancia. Celebre el amor divino que es traída a la luz para nosotros, iluminados por Él, podemos ser luces refulgentes de la comprensión, el perdón, la compasión, la misericordia, la generosidad, la fraternidad ... Pascua es la fiesta del amor, que celebramos esta fiesta en el amor, con el fin de participar plenamente en el banquete de Dios, la boda del Cordero, ahora, se celebra en todo el mundo, aunque es todavía tan lleno de odio, la incomprensión, de la injusticia . Tomemos, por el ejemplo de Cristo, el Cordero Pascual que está muerto por nosotros sin esperar nada de nosotros, sólo por el amor y la luz del amor que celebramos esta fiesta nos perdona, incluidos nosotros, amándonos, para para que podamos ser testigos del amor de Dios para nosotros, y fieles seguidores de su palabra. Con estos pensamientos e invocar sobre todos vosotros la Luz y el Amor de Nuestro Señor Jesucristo y de su Santísima Madre, envío mi abrazo hará todos los amigos Albendín, especialmente a mis hermanos de la Hermandad de Nuestra Señora de Los Dolores. Deo Gratias Et Mariae ¡ José Carlos Lambert de Souza - Brasil. A festa que celebraremos em breve, a Santa Páscoa, não é apenas uma tradição ou costume, é a Festa das festas, o panegírico de amor e, portanto, a indiscutível confirmação da vitória de Deus sobre o domínio da morte e do ódio. Páscoa é a passagem da morte para a vida sem limites, da angústia para a alegria, do cativeiro para a plena libertação, do temporário domínio das trevas para o Reino eterno de Deus e, assim, do ressentimento da queda ao amor da perfeição. Na verdade, todo o homem e toda a criação são regenerados, recriados, vivificados, porque os seus limites criaturais são reconfigurados de acordo com o paradigma de Jesus morto e ressuscitado. Agora, o medo e o desespero do homem frente à morte e suas conseqüências na pessoa desaparecem, uma vez que a morte não tem mais poder sobre ele. Agora, o homem é quem tem o domínio sobre a morte em virtude de sua comunhão no amor de Cristo. Agora é o homem quem pode, desfrutando de plena liberdade, ingressar no Reino do Messias, já nesta dimensão. Agora, o ódio, a dor, a insegurança, o medo e, até mesmo desespero do antigo homem, assumido na maldição de nosso antepassado Adão, pode ser transformado, sublimado e convertido em amor, alegria, segurança, esperança, fortaleza e plena confiança de que Deus está conosco e nos ama, e que nos resgatou de uma só vez em virtude da Nova Aliança, e que permanece conosco e glorioso, sustentando aquela eterna Aliança, que é vida, amor e perfeição. A festa que celebraremos é a celebração do amor de Deus para com a humanidade e a criação, pois, «Tanto amou Deus o mundo que deu o seu Filho Primogênito, para que todo aquele que n’Ele creia não pereça, mas tenha a vida eterna» [Jo 3, 14-21]. Nós celebramos este amor que é o remédio contra a morte e parâmetro absoluto de vida, e vida em abundância. Celebramos o divino amor que se faz luz para que nós, iluminados por Ele, possamos ser luzes refulgentes de compreensão, perdão, compaixão, misericórdia, generosidade, fraternidade... A Páscoa é a Festa do Amor: comemoremos esta festa nesse amor, a fim de participarmos plenamente no banquete de Deus, nas Bodas do Cordeiro que, doravante, é celebrada em todo mundo, apesar de estar ainda tão cheio de ódio, incompreensão, injustiça. Tomemos, pois, o exemplo de Cristo, o Cordeiro Pascal, que é imolado por nós, sem esperar nada de nós, apenas por amor, e à luz deste amor celebremos esta Festa perdoando-nos, compreendendo-nos, amando-nos, para que assim possamos ser testemunhas do amor de Deus por nós, e fiéis seguidores da sua palavra. Com esses pensamentos e invocando sobre todos vós a Luz e o Amor de Nosso Senhor Jesus Cristo e de Sua Santíssima Mãe , envio o meu abraço á todos os amigos de Albendín, em especial aos meus Irmãos da Hermandad de Nuestra Señora de Los Dolores. Deo Gratias Et Mariae ! José Carlos Lambert de Souza – Brasil.

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